Historia del librero pertinaz.
Trailer de 'Universo Railowsky'.
- Un documental ficciona la lucha por evitar el cierre de la librería Railowsky
- Participan los fotógrafos Chema Madoz, García-Alix, Alberto Schommer y Plossu
Los héroes de nuestro tiempo no se dedican a rescatar doncellas
cautivas custodiadas por dragones, ni a abatir gigantes o librar
batallas. El héroe posmoderno es ese ciudadano de a pie, casi siempre
anónimo, que resiste los embates de la crisis y se mantiene firme en la
cuadrícula del tablero, en defensa de su dignidad y su pasión por lo que
hace.
Un homenaje a todos esos héroes de la resistencia, representados por un pertinaz librero del Ensanche, es el documental 'Universo Railowsky', de Rafa Casañ y David Molina y realizado por Endora Producciones, uno de los 34 preseleccionados a los Premios Goya.
Casañ, guionista y pintor, y Molina, fotógrafo de profesión, son clientes y amigos de Juan Pedro Font de Mora, propietario de la librería Railowsky que nació hace 27 años en Valencia especializada en la fotografía. A él lo han convertido en protagonista absoluto de su proyecto, como un personaje que se interpreta a sí mismo.
Son muchas las razones para haber llevado a cabo este documental de proximidad, como lo definen. "Nos anima nuestra predilección por las pequeñas historias que esconden grandes relatos y la voluntad de participar en la difusión y promoción de la cultura apoyando a quienes llevan años dejándose la piel por promoverla", señala Casañ.
"Por último y, quizá la razón más importante, es que todos los que hemos formado parte de este proyecto estamos vinculados de manera directa y afectiva a este Universo Railowsky. Algunos somos clientes habituales, otros vecinos de Juan Pedro, además de clientes. Algunos hemos expuesto nuestros trabajos en su galería y todos hemos creído en este documental que trata de visibilizar el trabajo constante de este 'generador de proyectos', como él dice, que ha hecho que los más importantes fotógrafos se hayan acercado a este pequeño local repleto de encanto y personalidad que es Railowsky".
Juan Pedro Font de Mora, el más pequeño de cuatro hermanos se quedó huérfano a corta edad y creció con su madre y sus abuelos maternos en un ambiente de pequeña burguesía. Tras vender unos campos de naranjos se lanzó con su hermano Pepe a la aventura libresca y ha logrado sobrevivir a base de tesón y estoicismo. Cuenta que de joven era corredor de fondo. Un corredor muy malo, según dice, pero que siempre llegaba a la meta, aunque fuera el último. Esta perseverancia aplicada a su negocio explica su supervivencia, mientras otras muchas librerías han tenido que cerrar sus puertas. Pues, como decía el gran Cela: "El que resiste, gana".
"También hemos incorporado al metraje fotos fijas que íbamos realizando durante unas entrevistas planteadas como vídeo-retratos, e insertamos un breve fotorrelato. En definitiva, hemos empleado con total libertad todos los recursos que podían poner en valor este diálogo entre la imagen en movimiento y la imagen fija para crear un relato coral en torno a una pequeña librería".
Un homenaje a todos esos héroes de la resistencia, representados por un pertinaz librero del Ensanche, es el documental 'Universo Railowsky', de Rafa Casañ y David Molina y realizado por Endora Producciones, uno de los 34 preseleccionados a los Premios Goya.
Casañ, guionista y pintor, y Molina, fotógrafo de profesión, son clientes y amigos de Juan Pedro Font de Mora, propietario de la librería Railowsky que nació hace 27 años en Valencia especializada en la fotografía. A él lo han convertido en protagonista absoluto de su proyecto, como un personaje que se interpreta a sí mismo.
Clientes y amigos
"El guión tiene un punto dramático de tristeza y desánimo, pues empieza con las imágenes del cierre de una librería", dice Casañ. "A partir de ahí hace un recorrido por la vida de Juan Pedro, recuerdos emotivos de su infancia y testimonios de importantes fotógrafos como Alberto García-Alix, Chema Madoz, Alberto Schommer o Bernard Plossu". Todos ellos han expuesto en Railowsky.Son muchas las razones para haber llevado a cabo este documental de proximidad, como lo definen. "Nos anima nuestra predilección por las pequeñas historias que esconden grandes relatos y la voluntad de participar en la difusión y promoción de la cultura apoyando a quienes llevan años dejándose la piel por promoverla", señala Casañ.
"Por último y, quizá la razón más importante, es que todos los que hemos formado parte de este proyecto estamos vinculados de manera directa y afectiva a este Universo Railowsky. Algunos somos clientes habituales, otros vecinos de Juan Pedro, además de clientes. Algunos hemos expuesto nuestros trabajos en su galería y todos hemos creído en este documental que trata de visibilizar el trabajo constante de este 'generador de proyectos', como él dice, que ha hecho que los más importantes fotógrafos se hayan acercado a este pequeño local repleto de encanto y personalidad que es Railowsky".
Juan Pedro Font de Mora, el más pequeño de cuatro hermanos se quedó huérfano a corta edad y creció con su madre y sus abuelos maternos en un ambiente de pequeña burguesía. Tras vender unos campos de naranjos se lanzó con su hermano Pepe a la aventura libresca y ha logrado sobrevivir a base de tesón y estoicismo. Cuenta que de joven era corredor de fondo. Un corredor muy malo, según dice, pero que siempre llegaba a la meta, aunque fuera el último. Esta perseverancia aplicada a su negocio explica su supervivencia, mientras otras muchas librerías han tenido que cerrar sus puertas. Pues, como decía el gran Cela: "El que resiste, gana".
Diálogo vídeo y foto
Los realizadores de 'Universo Railowsky' trazan un diálogo continuo entre el lenguaje del vídeo y el lenguaje fotográfico. "Para ello hemos empleado desde técnicas de animación foto a foto, a collages fotográficos", explica Casañ."También hemos incorporado al metraje fotos fijas que íbamos realizando durante unas entrevistas planteadas como vídeo-retratos, e insertamos un breve fotorrelato. En definitiva, hemos empleado con total libertad todos los recursos que podían poner en valor este diálogo entre la imagen en movimiento y la imagen fija para crear un relato coral en torno a una pequeña librería".
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